Este síndrome es difícil de detectar y reconocer. Los adultos no suelen ser conscientes de su problema y acuden a las consultas médicas por otros motivos: cansancio, desajustes metabólicos, problemas de piel, desmayos...
Y es que los comedores selectivos suelen presentar carencias de vitaminas, minerales y otros nutrientes.
¿Eres un comedor selectivo?
- Tu menú se compone de menos de 10 alimentos.
- Se ha reducido y deteriorado el tiempo que pasas en compañía de los demás porque tu menú es tan extraño que resulta chocante para el resto.
- Eres incapaz de comer de menú.
- Tu forma de comer te supone una dificultad a la hora de viajar.
- A tu forma de comer se le suman otros rituales obsesivos (limpieza, orden…).
- Cuando tienes algún problema siempre te refugias en la ingesta del mismo alimento.
- Eres una persona impulsiva y sueles padecer ansiedad e irritabilidad.